Canción que nos habla de solidaridad, de paz y esperanza

martes, 1 de diciembre de 2009

2ª Domingo de Adviento,ciclo C




Basado en el texto de Lc 3, 1-6.


    Juan Bautista


Teo: ¡Hola chicos! Ya ha pasado una semana de Adviento, ¡y parece que empezó ayer!

Dora: ¡Hola amigos! Hoy conoceremos a otro profeta importante que preparó la llegada del Mesias.

Teo: Se llamaba Juan Bautista y era profeta, como Jeremías. Vamos a hacerle una entrevista para conocerle
        mejor.

Dora: Juan Bautista, adelante, pasa y cuéntanos cosas sobre tí y sobre Jesús.

Juan Bautista: ¡Hola a todos!, yo he venido para hablaros de Jesús, que es mucho más importante que yo.
                        Yo solo estoy aqui para anunciarle a Él.

Teo: Tu le conociste a Él, ¿verdad? ¿viviste en su misma época?

Juan Bautista: Jesús era hijo de mi tia Maria de Nazaret. Yo vivia en un pueblo de la montaña llamado
                        Aim Karem con mis padres, Zacarias e Isabel. Jesús viva en  Nazaret con sus padres, José
                        y María. Jesús y yo éramos amigos.

Dora: Sabemos que oiste la llamada de Dios  y la viviste de una manera muy especial, ¿verdad?

Juan Bautista: El año 15 del reinado del emperador Tiberio, Poncio Pilato era el gobernador de Judea, y
                        Herodes el virrey de Galilea. Anás y Caifás eran los sumos sacerdotes en el templo de
                        Jerusalén. Entonces yo me marché al desierto para escuchar más claramente lo que Dios
                        quería de mí.

Teo: ¿Y que hacias en el desierto?

Juan Bautista: Allí me uní a otras gentes que querian prepararse para cuando llegara el Mesias Salvador.
                        Yo les predicaba y bautizaba a todos los que buscaban a Dios y se convertian con mis
                        enseñanzas.

Dora: ¿Y que les decias? ¿cual era el mensaje de tu profecía?

Juan Bautista: Yo les decia:

                         "Yo soy  la voz que predica en el desierto.
                         ¡Preparad el camino al Señor,
                         allanad, sus senderos!
                         Elévense los valles,
                         desciendan los montes y colinas;
                         que lo torcido se enderece,
                         lo escabroso se iguale.
                         ¡Convertíos y bautizaos
                         para que se os perdonen los pecados!
                         ¡Y todos verán la salvación de Dios!"

Teo: ¡Para preparar un camino como el que dice Juan Bautista se necesitarían muchas máquinas!

Dora: Me parece que tú no hablabas de los caminos de la tierra, ¿verdad Juan Bautista?

Juan Bautista: Es verdad, yo hablaba de los caminos del corazón, que pueden estar llenos de cosas buenas
                       o de cosas malas.

Teo: ¡Claro!, de mentiras, peleas, palabrotas y muchos más agujeros y baches.

Juan Bautista: Esos son los caminos que hay que preparar. Así todos veremos la salvación de Dios.